Sentada en la cama, con la mirada baja reflexiona sobre todas aquellas cosas que le han hecho llegar hasta ese preciso momento de su vida. Una tormenta fuera hace juego con su ánimo y el hilo de sus pensamientos. El agua no elije caer. Pero ella eligió estar allí. O de eso quiere convencerse. Nunca se paró a pensar en las consecuencias, en lo correcto o incorrecto de su decisión. Sólo intentaba vivir cada día, uno detrás de otro. Igual que las gotas de lluvia caen una detrás de otra. La lluvia derrite la nieve que arrastra consigo las conclusiones perdidas, imposibles de alcanzar.
Ahora todo resultaba confuso. Todo parecía tan gris, triste, perdido e inseguro como el cielo de la tormenta. Miles de pensamientos y sensaciones diferentes pasaban por su cabeza en tan sólo un segundo. Incapaz de diferenciar qué es aquello que siente de aquello de lo que intenta convencerse.
Y lo único evidente es que el cielo llora las lágrimas que ella no derrama.
las frases de "el agua no elije caer. pero ella eligió estar allí" y "el cielo llora las lágrimas que ella no derrama" han hecho que un escalofrío me recorriera el cuerpo!
ResponderEliminarme encanta como escribes.
y ten por seguro que esa chica ha sabido elegir muy bien su destino :)
Gracias melona,
ResponderEliminarme alegro mucho de que te guste ^^
Que sepas que me gusta mucho lo que escribes, y como lo expresas todo...
ResponderEliminarEs tan profundo...que no se que decir.... solo se que me gusta
Sigue asi y mucho animo en todo lo que te propongas.
Un beso!