jueves, 4 de diciembre de 2014

Reencuentros



Hay instantes en la vida que te recuerdan que vale la pena vivirla. Pequeños momentos efímeros que se dan muy poco a lo largo de todo el camino. Pero, a veces, de pronto, te encuentras viviendo uno. Sientes que el mundo fuera podría haberse paralizado mientras tu disfrutas de ese pequeño instante. Y sólo cuando estés preparado para volver a enfrentarte a la realidad de fuera, saldrás y el mundo seguirá su curso.


Son momentos en los que ni la comida, ni el vino, ni la música de ambiente, ni el lugar, ni la compañía podrían ser mejores. Y sientes, a ciencia cierta, que nadie en toda la faz de la tierra, podría estar teniendo una noche mejor. Porque nada ni nadie podría mejorarla.


Momentos en que las condiciones más disparatadas se confabulan para crear instantes únicos. Irrepetibles. Momentos que te recuerdan que la vida es aquí y es ahora. Porque lo que te espera fuera cuando vuelvas a salir a la fría noche invernal nadie lo sabe. Y el mañana es sólo un misterio.